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Este estudio se propone describir la composición de la población catalogada con "condiciones especiales" en el Censo Nacional de 1869 y con "defectos físicos y psíquicos" en el Censo de 1895, centrándose en el Departamento Capital de Jujuy, y precisar su inserción en la estructura ocupacional departamental en esos dos momentos. La investigación surge de la observación de que un número de personas con impedimentos o enfermedades físicas y mentales permanentes fueron registradas con una profesión u oficio. La intención subyacente de la tesis es dar respuesta a preguntas sobre la magnitud y las características demográficas de este segmento de la población, en qué ramas de la economía se concentraban, y si su participación laboral se distinguía de la población no afectada. Además, se busca comprender cómo el Estado relevó a esta población, bajo qué categorías y conceptos, y qué concepciones existían en el ámbito médico y estatal en torno a estas dolencias. La metodología adoptó dos perspectivas de análisis: una cuantitativa, utilizando las cédulas censales de 1869 y 1895 como fuentes de datos primarias para la población específica del Departamento Capital de Jujuy, y una cualitativa, centrada en el estudio y contextualización de las categorías médicas y científicas empleadas para clasificar las enfermedades, especialmente las de salud mental, en un contexto de “confusión nosológica”. Se privilegió el ejercicio de descripción sobre la explicación, con el objetivo de establecer las características en esos dos momentos puntuales del siglo XIX. La unidad de análisis fueron las personas con impedimentos crónicos o permanentes, investigando variables como la ocupación, edad, sexo y procedencia, y realizando ejercicios comparativos con la población total. Los datos fueron procesados en una base de datos propia, respetando las categorías censales originales, pero creando agrupaciones para oficios y para personas con “más de una condición especial”. Las conclusiones indican que, a pesar de las omisiones, imprecisiones y la falta de confiabilidad de los datos, así como la heterogeneidad conceptual, se logró cuantificar este segmento. Se demostró que la población con "condiciones especiales" tenía una tasa de ocupación registrada sensiblemente superior a la de la población total departamental, tanto en 1869 (68% frente a 64%) como en 1895 (60% frente a 54%). Este hallazgo pone en tensión la noción oficial de que estas personas eran "inútiles para el trabajo". En Jujuy, tanto hombres como mujeres con "defectos" se ocupaban en los mismos rubros económicos principales que el resto de la población, como las actividades primarias, el servicio doméstico y los textiles. Se encontró una distinción clave: las personas con "defectos psíquicos" (idiotas, dementes) tendían a ocuparse en el servicio doméstico (tareas de muy baja calificación), mientras que aquellos con "defectos físicos" y/o sensoriales (sordomudos, inválidos, cotudos) desempeñaban labores manuales que requerían mayor esfuerzo físico y pericia, como la labranza y la artesanía. Finalmente, la provincia de Jujuy fue identificada en el discurso censal oficial, imbuido en el "paradigma de la inferioridad del interior," como líder en las estadísticas de afecciones permanentes, lo que se utilizó para sustentar la idea de un atraso provinciano |
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