Abstract:
El artículo se propone analizar los primeros pasos de la creación de Portugal como reino independiente a través del estudio de un caso, el destierro del conde Gonzalo Peláez. Se considera previamente la centralidad de los estudios de frontera en la historiografía ibérica y se plantea el problema de la diferenciación, en el siglo XII, entre preeminencia política y territorialización del poder. Entendiendo que la definición física de la frontera requiere previamente la aceptación de mutua independencia por parte de los poderes a los que aquella separa, se expone a continuación que una de las condiciones necesarias en el reconocimiento de la entidad propia de un territorio y una comunidad es la aceptación externa de ese carácter diferenciado. En ese contexto, y en referencia específica a la actitud de la monarquía leonesa, del hecho de que Gonzalo Peláez se dirija a los dominios de Alfonso Henriques cuando incurre en la ira regia y el emperador lo obliga a exiliarse de "tota terra sua" se desprende que, a la altura de 1137 y posiblemente como resultado del tratado de Tuy, Alfonso VII acepta de hecho que Portugal es un espacio político diferenciado.