Abstract:
Este artículo traza una síntesis de las características principales de la inserción de los criados y oficiales en los dominios laicos de la Plena y Baja Edad Media castellana. Tras exponer los principales problemas que plantean las limitaciones de la bibliografía y las fuentes documentales, la autora analiza este grupo en dos planos: su papel en el desarrollo organizativo del señorío y la relación de parentesco ficticio que se establece con el señor. Para ello establece un corte cronológico en torno a la instauración de la dinastía Trastámara. En esta evolución diacrónica se puede observar la diferencia entre un primer período en el que la Casa noble tiene una estructura embrionaria y se anudan vínculos personales con escasos oficiales, hasta que en las últimas décadas del siglo XIII, se empieza a atestiguar el incremento de cargos administrativos y la formación de clientelas familiares. Por el contrario, a fines del medievo se consolida una estructura de tipo piramidal, a imagen de la monarquía. Paralelamente, los sirvientes cobran una mayor heterogeneidad, escindiéndose en un círculo formado por los que permanecen en la Casa a título vitalicio o descienden de antiguos criados, y otro con el que se mantienen unas relaciones más coyunturales.