Abstract:
La tesis de licenciatura, titulada "sembramos cabañas", aborda las tensiones en torno al desarrollo turístico en el Delta de Tigre y las iniciativas de la comunidad local para la recuperación del perfil productivo del territorio. El objetivo principal es determinar las dificultades de desarrollar actividades productivas en un área transformada por la turistificación y analizar el proceso de organización de la población en torno al trabajo y la producción. La hipótesis central sostiene que el turismo rural, promovido por organismos internacionales y agencias estatales como modelo de desarrollo para reducir la pobreza, no ofrece suficientes oportunidades económicas, lo que obliga a los pobladores locales a buscar estrategias de subsistencia que entran en disputa con los modelos hegemónicos de desarrollo. La metodología se basó en un enfoque etnográfico y colaborativo, con trabajo de campo sistemático que incluyó entrevistas y participación en foros y protestas, centrándose en la trayectoria de la asociación civil Origen Delta (OD). Conceptualmente, la investigación se apoya en el marco de la analítica del poder (gubernamentalidad), el concepto de acumulación por desposesión, y las luchas basadas en lugares (Escobar). El análisis etnográfico detalló el surgimiento del Consejo Asesor Permanente Isleño (CAPI) como respuesta a conflictos ambientales y territoriales. Las conclusiones afirman que el turismo dominante en Tigre no ha contribuido a erradicar la pobreza, sino que ha generado exclusión, gentrificación y fragmentación del entramado productivo. Ante esto, colectivos como OD se consolidaron como un referente para el desarrollo alternativo, agrupando a productores familiares rurales que utilizan la identidad isleña y la sustentabilidad ambiental como ejes de legitimación. La persistencia de OD, a pesar de las crisis internas y las demoras burocráticas, culminó con la obtención de un local de ventas en la Estación Fluvial, un logro que visibiliza la posibilidad de un modelo económico sustentable e inclusivo en oposición a la lógica empresarial y turística concentrada. El CAPI, surgido de la resistencia a mega-proyectos como Colony Park, funciona como un espacio de gubernamentalidad descentralizada en los márgenes del Estado, donde las organizaciones isleñas redefinen y exigen políticas públicas que buscan morigerar la dependencia del sector turístico.