Abstract:
La tesis de licenciatura tuvo como objetivo general describir y analizar las prácticas cotidianas de dos equipos de residentes conformados por distintas disciplinas, en relación con los contextos espaciales e institucionales en los que se insertan. Este objetivo evolucionó a partir de un interés inicial en el cruce de saberes que se daba en un equipo interdisciplinario con un enfoque epistemológico. Los objetivos específicos se centraron en identificar las instancias formativas de la Residencia Interdisciplinaria en Educación y Promoción de la Salud (RIEPS), describir los contextos espaciales e institucionales, analizar las prácticas cotidianas de las residentes y sus dispositivos de intervención, e indagar en las modalidades de trabajo intersectorial e interinstitucional. La hipótesis inicial del trabajo sostenía que se produciría una negociación constante en torno a la concepción de salud entre los residentes formados en medicina y aquellos de disciplinas sociales, suponiendo que la visión biologista permearía las interacciones y prácticas, a pesar de que la residencia estuviera enmarcada en la estrategia de Atención Primaria de la Salud (APS). La metodología se basó en el enfoque etnográfico, utilizando la observación-participante de manera intermitente desde agosto de 2017 hasta febrero de 2019. El trabajo de campo se realizó con dos equipos, denominados sede-hospitalaria y sede-CeSAC (Centro de Salud y Acción Comunitaria). Además, se llevaron a cabo cuatro entrevistas en profundidad con las jefas de residentes y las antropólogas de cada equipo. Conceptualmente, la metodología desplegó la categoría de experiencia y el concepto de experiencias interdisciplinariamente formativas, así como la distinción analítica thompsoniana entre experiencia vivida y experiencia percibida. Las conclusiones indican que las experiencias formativas de la RIEPS ocurren en el cruce de tres tipos de demandas: formativas, institucionales y de la población, cuyas características varían según el contexto espacial. Las tensiones entre estas demandas suelen reflejar la existencia de dos lógicas de trabajo distintas: una enfocada en la consulta y el enfoque individualista (propia de otros profesionales y usuarios) y otra orientada hacia la salud integral y la reflexión de las propias prácticas, promovida por la RIEPS. Se concluye que estas tensiones fomentan el potencial creativo de las residentes para negociar y dialogar, transformándose en experiencias donde aprenden a trabajar con otras disciplinas y saberes. Se identificó que el contexto espacial y la estructura de los efectores de salud (Hospital General vs. CeSAC) establecen límites a las experiencias interdisciplinarias y al trabajo en red. La configuración de la residencia, con el continuo ingreso-egreso y las rotaciones, presenta limitaciones a lo que la bibliografía conceptualiza como interdisciplina, lo cual llevó a la autora a proponer el concepto de experiencias interdisciplinaria-mente formativas. A pesar de las limitaciones, la residencia es un espacio valioso que confronta a las residentes con la complejidad del abordaje integral en salud, permitiendo tensionar el conocimiento disciplinario.