Abstract:
El artículo asume una perspectiva de género y de hibridación de disciplinas que alienta la confrontación del derecho privado y del derecho público, para dar cuenta del avance desigual de la ciudadanía en Chile y Argentina, en la década de 1920. En ambos países hubo leyes de ampliación del estatuto jurídico de las mujeres, derivadas de procesos legislativos impulsados tanto por partidos políticos como por movimientos sociales. En ambos casos las reformas fueron expresión de un proceso de cambio social más amplio, de sostenida combatividad del movimiento obrero y de creciente participación de las mujeres en el mercado de trabajo, tanto de las obreras como, más incipientemente, de las profesionales de clase media. En este marco, la reforma civil fue limitada y se hizo simultáneamente con el avance de los derechos sociales y en nombre de una mujer ideal: la madre y la esposa. Congruentemente, se mantuvo el principio de autoridad del varón en el seno de la familia y la exclusión de las mujeres respecto del sufragio.