Abstract:
Para Donna Haraway, la naturaleza es, a la vez, un topos (un lugar) y un tropos (una figura literaria). A partir de esta convergencia entre espacio y tiempo (una narrativa que emerge de la configuración del mundo que se materializa como corporalidades de trayectorias múltiples y desordenadas), Haraway medita sostenidamente acerca del deseo manifiesto por aquel “lugar común” que la naturaleza señala, e intenta reformular lo común “natural” en términos que desafían el patriarcado y el capitalismo. Si el capitalismo puede ser comprendido como el proyecto de una creciente abolición del espacio debido a la aceleración del tiempo, su intervención en torno a la espacialidad común resulta particularmente sugerente. en efecto, disputando la sensibilidad a la tradición clásica (que geometriza el espacio y hace de la naturaleza algo externo), Haraway ofrece un repertorio de herramientas para pensar la co-habitación en términos capaces de dar cuenta tanto de la relacionalidad siempre tensional (de la que surge lo que existe) como de las narrativas que tejen espacio y tiempo, mundo y relato. Para abordar estas ideas, en primer lugar, delimitaremos lo que entendemos por materialismo posthumano; en segundo lugar, mencionaremos las principales implicancias de la noción kantiana de naturaleza; y, en tercer lugar, consideraremos los aportes de Haraway a esta discusión.