Una lección defectuosa del manuscrito griego de Dionisio que utilizó Juan Escoto (zōa, en lugar de azōa, en Cael. Hier., IV, 177 C) dio lugar a un notable desarrollo de los Expositores, en el que Erigúena justifica su traducción libre “existentia” postulando la equivalencia conceptual zōa = onta. Tal identificación responde a una concepción vitalista del universo: la vida se extiende, según la explicación de Juan Escoto, a todos los seres inteligibles y sensibles, incluidos los considerados generalmente inanimados. Sin embargo, en otros textos eriugenianos encontramos la tesis opuesta, más común, de que la vida tiene menos extensión que el ser. Como el pseudo-Denisio, por su parte, comparte en realidad esta visión tradicional, el vitalismo apoyado por el pensador irlandés en su Comentario debe haber venido de otras fuentes. Las similitudes en el argumento y el lenguaje sugieren que se inspira en Mario Victorino, cuyo Ad Candidum ya proporcionó el marco para un pasaje anterior en el capítulo IV de Expos. en I. coel. En la segunda parte del artículo se confirma la hipótesis mostrando que la exposición sobre la misma cuestión del Periphyseon, III, 727 C-729 C es visiblemente paralela a páginas importantes del Adversus Arium (III y IV) que hablan de la animación universal, de la necesidad del “motus vitalis” en las cosas materiales del “vita generaliter generalis” y del significado de la muerte. Además, los pasajes del libro I Adv. Ar. están probablemente a la base de la concepción eriugeniana de un movimiento “circular o esférico” y parecen haber sido partes especialmente esenciales de los textos en los que Eriúgena se basa para atribuir a Platón o los platónicos ciertas teorías sobre el alma del mundo.
A defective lesson from the Greek manuscript of Dionysus used by John Scotus (zōa, instead of azōa, in Cael. Hier., IV, 177 C) gave rise to a remarkable development of the Exhibitors, in which Eriugena justifies his free translation “existentia” by postulating the conceptual equivalence zōa = onta. Such identification responds to a vitalist conception of the universe: life extends, according to John Scotus’ explanation, to all intelligible and sensitive beings, including those considered generally inanimate. However, in other Eriugenian texts we find the opposite thesis, more common, that life has less extension than being. As pseudo-Denys actually shares this traditional view, the vitalism supported by the Irish thinker in his Commentary must have come from other sources. The similarities in argument and language suggest that he draws inspiration from Marius Victorinus, whose Ad Candidum already provided the framework for an earlier passage in Chapter IV of Expos. in I. coel. The second part of the article confirms the hypothesis by showing that the exposition on the same question in Periphyseon, III, 727 C-729 C is visibly parallel to important pages in Adversus Arium (III and IV) that speak of universal animation, of the need for the “motus vitalis” in material things of the “vita generaliter generalis” and of the meaning of death. Moreover, the passages of the first Adv. Ar. are probably at the base of the Eriugenian conception of a “circular or spherical” movement and seem to have been especially essential parts of the texts on which Eriugena relies to attribute to Plato or the Platonists certain theories about the soul of the world.