Abstract:
La microrregión del río Salado (provincia de Buenos Aires) fue habitada por cazadores-recolectores-pescadores con alfarería y baja movilidad durante el Holoceno tardío (2400-400 años AP). Los restos arqueológicos se encuentran depositados, en mayor proporción, en los primeros 30 cm del suelo y están sometidos a la actividad pedogenética. La fauna pequeña, especialmente invertebrados, puede generar modificaciones en el registro óseo, produciendo marcas características. En esta contribución evaluamos la incidencia de los insectos como agentes tafonómicos, su rol en la formación del registro arqueológico y su relación con el tiempo de exposición/entierro del material. Diversos estudios han demostrado que una variedad de insectos pueden modificar huesos con sus mandíbulas. En particular, varios antecedentes versan sobre la acción de las larvas de derméstidos y algunas especies de termitas (del orden Isoptera) sobre el registro óseo. Por consiguiente, se realizó un análisis de marcas que fueron identificadas en baja proporción en restos óseos de diversos taxones (aves, cérvidos, roedores) recuperados en los sitios LG1 y LG5 de la localidad arqueológica La Guillerma, partido de Lezama. Se focaliza en la identificación de alteraciones producidas por derméstidos e isópteros. Los derméstidos son una familia de coleópteros de distribución cosmopolita que miden entre 1 y 10 mm y forman parte de la llamada “fauna cadavérica”. En contexto subaéreo y en etapas avanzadas de la descomposición de un organismo (cercana a la esqueletización), estos insectos consumen tejido musV CONGRESO DE ZOOARQUEOLOGÍA ARGENTINA 19 cular seco y, en ausencia de otros nutrientes, también el tejido esponjoso. Además, cavan canales en los huesos para depositar sus huevos. Luego, las larvas construyen ahí sus cámaras pupales. Los isópteros, por su parte, son insectos eusociales, es decir, conforman
